ID | Erasmus

Erasmus

"Corre tan rápido como puedas, aún así no podrás escapar de ellos..."

"DESCRIPCIÓN MENTAL"

Erasmus la mayor parte del tiempo es un cánido serio pero social y apacible. Sin embargo, es muy nervioso al momento de escuchar cosas que puedan relacionarse a los humanos. A decir verdad, no está del todo cuerdo. Puede perder el control sobre si mismo si llega a escuchar algo que asemeje un disparo. Sin embargo, apartando estas indeseables características, es bueno con la familia. Es paciente y tolerante con cachorros por lo que es una buena niñera, además de ser un buen luchador. Aún así, no es bueno cazando, así que constantemente depende de una manada que lo mantenga bien alimentado o de encontrar (con suerte) restos de presas de otros predadores.
Gracias a esto, es muy receloso y dominante con su comida; no dudará en gruñir a quien ose quitarle un solo pedazo, sea un oso o un coyote. Pierde la atención rápidamente y no es muy firme, por lo que prefiere seguir a un líder antes de serlo.

"DESCRIPCIÓN ATLÉTICA"

Erasmus posee un cuerpo esbelto y ejercitado, con patas delgadas y huesos algo frágiles. Puede mantener una velocidad constante durante mucho tiempo, y su mordida es certera y eficaz. Sin embargo, no es muy ágil, ni veloz. Puede dar saltos voluminosos, pero es malo para escalar.

"HISTORIA"

Erasmus creció como cachorro en el Imperio de Zachariah, un poderoso alfa, quien fue su padre, y el de muchos de sus otros compañeros de manada. Era social y seguro, siempre confiado de sus acciones. Solía jugar y entrenar con sus compañeros, y su madre le daba consejos de lucha muy útiles. Pronto, un joven Erasmus estaba listo para emprender su primera cacería, pero todo salió horriblemente mal. Esa tarde, del 2° año A.R, su partida de caza fue brutalmente aniquilada, dejándolo traumado de por vida, con la imagen de sus cuerpos tirados en la blanca nieve inyectada en su mente como un aguijón, puesto que al regresar con una rolliza liebre en sus fauces, pudo apreciar la horrible imagen de sus compañeros masacrados sobre el suelo, siendo recogidos por unos seres horrible, extraños y altos, que se movían en 2 patas. Erasmus no cuidó su posición, y se dejó ver por uno de estos. Sin dudarlo, una de estas bestias tomó una rama brillante, y produjo un estruendo. Erasmus, con la cola entre sus delgadas patas, corrió tanto como pudo. Una esfera en llamas apenas rozó su tierna carne, pero hizo que ardiera. Ignorando el dolor, el siguió corriendo hasta regresar al campamento. Alertó a la manada entera, que solo había mandado a un pequeño grupo de cánidos de cacería, en el cual estaba Erasmus. Tomando medidas drásticas, su padre llamó a la manada entera menos a las madres, algunos guardias y los cachorros, y se dirigieron hasta el lugar de los hechos. Los humanos, aterrorizados por la horda de lobos que venían a despellejarlos, se fueron ni cortos ni perezosos, sin tomar ni una sola piel más.
Esa noche, el Imperio de Zachariah veló a sus muertos con un terrible dolor en el corazón, y juró enemistad con la especie que había osado invadir sus terrenos, y arrebatar la vida de sus queridos.

Meses más tarde, Erasmus había decidido empezar su familia, y encontró a una dama bella, de orejas que caían a los costados de su cráneo de manera elegante y preciosa. Tuvieron cachorros, alejados del Imperio de su padre, cerca de un río. Una noche, cuando el regresaba de cazar para su familia, ya no estaban, ni su esposa ni sus hijos, pero pudo reconocer el nefasto aroma de las bestias de dos patas. Desde ese día, juró venganza, pero en realidad, temió por sus poderes, y no quiso padecer el mismo futuro que su familia y manada, por lo que decidió merodear Torsya como un solitario sin rumbo, con esperanzas de vivir en paz, sin humanos, y sin nadie que lo acompañe para no causarles la mala suerte que supuestamente el traía consigo.

"OTROS DATOS"

- Es homosexual.
- Gusta de jugar con ardillas (muertas).
- Adora contar cuentos y mitos.
- Tiene un fuerte acento español de España.
- Odia con su alma misma a los cazadores, pero huye de ellos.
- Le atraen románticamente los caninos que parecen perros, sobre todo las razas de perro delgadas o fuertes. (Ej. Salukis o Pastores Alemanes.)