Área de Rol: El Bosque Moosetrot
Era un nuevo día donde una joven loba de pelaje castaño despertaba después de una noche intranquila, no estaba segura de dormir afuera sin una madriguera improvisada para poder estar protegida y conseguir calor a su cuerpo. Ya incorporada y mas despabilada observo el cielo, se encontraba nublado pero no impedía que el sol alcanzara iluminar las mañanas rutinarias de Apola, una loba solitaria, desde temprano investigaba el bosque desconocido con sus peculiares habitantes. Aquella loba había pasado el invierno sola y poca de comida que consumir, aun que de apoco recuperaba su físico y fuerzas, no cesaba a la flojera, un pequeño descuido podría cambiarlo todo y mas que no contaba con el apoyo de una manada a su lado.
De algo estaba contenta la loba castaña, el invierno pronto se iría y daría lugar a otra estación favorable para ella, ya no soportaba los vientos y noches frías que pasaba cada día. Los montículos de nieve eran incómodos pasar por ellos, tener que hacer fuerza con las patas en cada pisada exigía fuerzo que hacer en ellas. Apola de cachorra amaba saltar en los montículos y hundirse en ellos para luego hacerlo incontables veces mas, pero ahora la adultez la había cambiado demasiado a está loba atenta a su alrededor.
Sintió un ruido conocido por el cual no se alarmo y no tomo interés en su momento, solo observo aquel animal que provoco ese ruido, dos ardillas, estaban jugando juntas mientras corrían a un lado rápido de Apola, nada de que preocuparse pensó la loba castaña, por lo menos eso creía al sentir un ruido mayor de repente. Hecho un vistazo rápido, para su asombro encontró a otro lobo que choco con unos de los montículos de nieve que se encontraba en el bosque, el nuevo individuo no había notado la presencia de Apola aun, por lo que ella observo al reciente lobo que apareció y se sacudía la nieve que quedo en su pelaje claro con rasgo gris en el.
A todo esto se formo una conclusión en la loba castaña, demostrando una expresión algo molesta frente al lobo desconocido -No me digas…. seguías a las ardillas?- Cuestiono elevando el volumen de su voz a ese lobo presente.